Hedy Lamarr (1913-2000), una ingeniera en Hollywood

Publicado en por Emma Rodriguez

“Cualquier chica puede ser glamourosa.
Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”


Además de ser la protagonista de "Sansón y Dalila" fué la hermosa diva de Hollywood que destacó, no sólo en el celuloide, sino en el mundo de las telecomunicaciones.


Lamarr fue la artífice de un mecanismo que garantizaba el control remoto de las armas militares y que hoy se aplica a la telefonía móvil.


La vida privada de Hedy fue, al menos, tan agitada como su carrera cinematográfica, tuvo un total de 6 maridos y otros tantos divorcios.


Austria, 1913. Viene al mundo Hedwing Eva Maria Kiesler  una niña muy guapa y superdotada. Con 16 años empieza sus estudios de ingeniería de comunicaciones pero le atrae la farándula y comienza a interpretar. Protagoniza el primer desnudo del cine comercial en la película checa Ekstase, gracias a lo cual consigue fama mundial y un matrimonio (forzado por sus padres) con Friedrich ‘Fritz’ Mandl, una joya de marido (había suministrado armas y municiones a las tropas de Mussolini durante la ocupación de Abisinia -hoy Etiopía- y era amigo de Hitler).

Su marido, muy celoso, obligaba a acompañar a su esposa en todas las cenas y viajes de negocios. Fue encerrada en casa y sometida a un estricto control. Hedy tuvo que abandonar su incipiente carrera cinematográfica y cualquier otro tipo de actividad que no fuera el de simple comparsa de Fritz. Ella cuenta que sólo podía bañarse o desnudarse cuando su marido estaba a su lado, acechándola.

Ella aprovechó su soledad para continuar sus estudios de ingeniería y utilizar su ingenio para sonsacar a los clientes y proveedores de su marido los pormenores de la tecnología armamentística de su época.


Ocurrieron cosas extrañas, como que, según ella misma confesó, se vio obligada a tener relaciones sexuales con un cliente de su esposo.

Después escapó, supuestamente drogando al mayordomo que la vigilaba, usando la ropa de éste y saliendo por la puerta de servicio siendo seguida de cerca por los guardaespaldas de su marido.
Finalmente, Hedwig llegó a París donde logró su primero de muchos divorcios. De ahí viajó a Londres donde trabajó como artista y conoció al productor de películas estadounidense Louis B. Mayer, con quien abordó el trasatlántico Normandie para viajar a EEUU. En el barco, firmó un contrato con Mayer, insistiendo en que se le cambiara el nombre para evitar la controversia de la película Éxtasis. Cuentan que le propusieron una lista de nombres y ella escogió el de Hedy Lamarr en memoria de Bárbara La Marr, actriz del cine mudo muerta en 1926 por una sobredosis de drogas. A partir de ese momento, la MGM la convirtió en una de las más glamorosas artistas. Así renació como Hedy Lamarr y recomenzó de nuevo su vida como actriz.

Hedy Lamarr, que por su esposo obviamente conocía algo sobre armas, comenzó discurriendo una idea sobre los torpedos y la forma de guiarlos al blanco por medio de la radio.


La idea no era nueva, pero nunca funcionó porque simplemente se podía interferir la frecuencia y el dispositivo quedaba inutilizado. Antheil que ella estaba sentada junto al piano donde él mismo tocaba una melodía, cuando a Hedy se le ocurrió que la frecuencia podía se cambiada constantemente (como se hace tocando el piano) y de esa forma se podría controlar un torpedo por radio sin que fuera interferido.

Ambos comenzaron haciendo esquemas hasta tener una idea completa de cómo podía realizarse el proyecto.

Lamarr alimentaba un profundo rencor por el régimen nazi, por lo que había ofrecido al gobierno de los Estados Unidos toda la información confidencial que disponía gracias a los contactos de su ex-marido. Pero, además, Hedy consideraba que su inteligencia podía contribuir a la victoria aliada. Así que se puso a trabajar para la consecución de nuevas tecnologías militares.

El hecho de que sus patentes fueran concedidas con el nombre de casada y no por el nombre artístico impidió que la actriz fuera reconocida hasta hace bien poco.

El primer uso conocido de dicha patente se tiene en la crisis de los misiles de Cuba.
Durante la crisis de Cuba de 1962 se usó con este sistema el control remoto de boyas rastreadoras. Después de Cuba la misma técnica fue incorporada en alguno de los ingenios utilizados en la guerra del Vietnam y, más adelante, en el sistema estadounidense de defensa por satélite (Milstar) hasta que en los años ochenta el sistema de espectro expandido vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil. Así, con la irrupción masiva de la tecnología digital a comienzos de los años ochenta, la conmutación de frecuencias pudo implantarse en la comunicación de datos WIFI.

De cualquier forma, Lamarr nunca ganó un centavo por su invento que muchos otros aprovecharon, ganando mucho dinero, en vez de ello, Hedy fue desapareciendo del ámbito científico, artístico y de la vida pública, tan rápido como llegó.

Hedy, falleció mientras dormía, el 19 de enero de 2000 en Caselberry, Florida. Su herencia de 3 millones de dólares fueron repartidos a sus dos menores hijos, pero una parte fue para su secretaria personal y un amigo. Lo más sorprendente fue que a un policía local, que la acompaño los últimos años de su vida, le legó 83 mil dólares.
Hedy pidió que sus cenizas fueran esparcidas en los bosques de Viena, cerca del lugar donde nació.

El Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre -fecha de su cumpleaños-, en su honor.


"Tengo que dejar de casarme con hombres que se sientan inferiores a mí. En algún lugar debe haber un hombre que pueda casarse conmigo sin sentirse inferior. Necesito un hombre inferior superior"

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