El soldado español que apareció en México

La historia está llena de cuentos maravillosos, de personas misteriosas o miticas, muchas de las cuales nunca fueron identificadas, como el caso del soldado español Gil Pérez que misteriosamente "apareció" en la Plaza Mayor de Ciudad de México el 24 de octubre de 1593.

Cuando se le explicó que estaba en la Ciudad de México, Pérez se negó a creerlo, dijo no tener idea de cómo se las había arreglado para aparecer allí.

Explicó a las autoridades que había recibido sus órdenes en la mañana del 23 de octubre en Manila, y por lo tanto era imposible para él estar en la ciudad de México en la noche del 24 y, efectivamente, vestía el uniforme de los guardias del Palacio Del Gobernador en las Filipinas.

Las autoridades condenaron a Pérez a la cárcel, acusado de ser un desertor y contemplando la posibilidad de que podría estar al servicio de Satanás.

Dijo que, momentos antes de su llegada allí, Su Excelencia el Gobernador de Filipinas, Gómez Pérez das Mariñas había sido asesinado por piratas chinos, y que después de largas horas de servicio en Manila, se sintió desfallecer, se apoyó contra una pared, cerró los ojos, y cuando los abrió, un segundo después, se encontraba en un lugar diferente.

Dos meses después, llegaron noticias de Filipinas mediante un galeon porcedente de Manila, que confirmó el hecho del asesinato del gobernador por piratas chinos, así como otros puntos de la fantástica historia del soldado misterioso.

Testigos confirmaron que Gil Pérez había estado efectivamente en servicio en Manila, justo antes de llegar a México. Por otra parte, uno de los pasajeros en el buque reconoció a Pérez y juró que le había visto en las Filipinas el 23 de octubre. Gil Pérez regresó a Filipinas y tomó posesión de su puesto de trabajo como guardia de palacio.

Pérez finalmente regresó a las Filipinas y reanudó su vida -que transcurrió sin incidentes- hasta su muerte, dejando tras de si una misteriosa leyenda en el nuevo mundo.