Tea Party, resucitando al capitán América

Publicado en por Pepola

Las Tea Parties reivindican el espíritu de la fiesta del té de Boston, cuando los patriotas se levantaron contra los impuestos del rey Jorge de Inglaterra y a partir de ahí surgió la independencia de los EEUU.
 
Como este grupo alega, son ciudadanos libres luchan por preservar su independecia contra el socialismo creciente del gobierno federal, una vanguardia patriótica contra la opresión.
 
Financiado y inspirado en parte por las organizaciones formales como FreedomWorks, los Patriotas del Tea Party y personalidades específicas como Sarah Palin o Glenn Beck, pero con una composición que, en la práctica, es una aglomeración de cientos de grupos locales que a menudo compiten entre sí y acaloradamente insisten en que no siguen a nadie.

Su ideología me recuerda al Capitan América, ese comic de Marvel que se hizo famoso en los años 40, capaz de rebelarse contra su propio gobierno si éste fuera en contra de sus ideales de justicia, libertad e igualdad.
 
¿Estamos ante un fenómeno político nuevo?
Si, casi sin frotar.
 
Muchos observadores -erróneamente- reaccionan ante las Tea Party como si fuera algo nuevo, como una respuesta orgánica y espontánea ante el actual clima político.  
Pero no lo es.
Suelen surgir cuando un demócrata está al frente de la Casa Blanca.
  
Cuando Roosevelt estaba en el cargo en la década de 1930, los conservadores formaron la Liga de la libertad.  
Cuando JFK ganó la Presidencia en la década del '60, floreció la John Birch Society.  
Con Bill Clinton en los años 90s surgió Proyecto de Arkansas.
Y hoy, con Barack Obama en el despacho oval tenemos a las Tea Party de turno.
 
¿Cómo se financian?

 

La Corte Suprema de EEUU a principios de este año otorgó a las empresas los mismos derechos que a las personas para contribuir a las campañas electorales -gran error que está cometiendo la política norteamericana y me pronuncio totalmente en contra-.

De hecho, Freedom Works reconoce que del 15 al 20% de su capital viene de grandes corporaciones.

 

Para hacer las cosas peores, la legislación electoral americana está llena de agujeros, así que hay un buen número de entidades (como la cámara de comercio u otros grupos de presión) que no tienen que revelar quién los está financiando.

Antes de la decisión del Supremo estas organizaciones no podían dedicarse a hacer campañas a favor o en contra de políticos (sólo “informar sobre medidas”, como pedir menos impuestos), así que eran menos ruidosas.

 

Algunos apuntan, incluso, que se ha convertido en la marioneta de lobbies empresariales y multimillonarios con aspiraciones de influenciar la escena política. Un artículo publicado en agosto en la revista The New Yorker y firmado por Jane Mayer desvelaba que los multimillonarios David y Charles Koch, dueños del Koch Industries, la segunda mayor empresa privada de EEUU, eran una fuente esencial de financiación de Tea Party.

Según la publicación, agrupaciones y think tanks muy ligadas a los Koch, como Americanos por la Prosperidad o la mencionada Freedom Works, han inyectado al menos 5 millones de dólares para organizar y entrenar a militantes del Tea Party.

 

 ¿Que futuro le espera a este grupo de presión?

En mi opinión, la cantidad de gente que se está subiendo al carro de la Tea Party puede ser tanto una maldición como una bendición.

Es un movimiento sorprendentemente disperso, que cuenta con 17 millones de seguidores, pero existen numerosas agrupaciones, la mayor de ellas a nivel nacional son los Tea Party Patriots, que engloba 3.000 grupos locales.

 

Un movimiento insurgente puede conservar su vigor -si se mantiene limitada a verdaderos creyentes-, pero una vez que toma las riendas del poder, no tiene otra opción sino para ofrecer un buen proyecto para ganar si quiere mantener su influencia.

 

Por tanto, es probable que sean víctimas de su propio éxito: Cuando todo el mundo es un Tea Party, entonces nadie es un Tea Party. La extrema derecha puede ganar mayorías en Arizona y algunos otros estados, pero no ganará las elecciones nacionales, lo que significa que o bien se mueven al centro o morirán.

 

Fuentes:

usatoday.com
motherjones.com

lorem-ipsum.es

Etiquetado en Política

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F
pues ahora con Trump estan gobernando
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