Ingeniería social, el poder sobre la razón

Publicado en por Pepola

intelectual1.jpgLa ingeniería social se ha convertido en el engaño preponderante y en la mayor maldición de la era moderna.

En el siglo XX mató a millones de personas en la Unión Soviética, la Alemania nazi o la China comunista.

Representa el extremo opuesto de lo que siempre han propugnado las democracias occidentales.

La ingenieria social es una creación intelectual que cree que puede remodelar el mundo únicamente mediante la razón... representa el advenimiento de la tradición totalitaria.

Fue inaugurada por Rousseu, sistematizada por Marx e institucionalizada por Lenin.

Aunque ha sido aplicada por gobiernos no liberales o totalitarios, su planificación originalmente fue obra de intelectuales.

 

El apartheid, por ejemplo, nació y se desarrolló de forma detallada en el departamento de psicología social de la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica). Otros sistemas similiares han sido utilizados en África, como el ujaama en Tanzania, el "consciencismo" en Ghana, la negritud en Senegal o el humanitarismo zambiano, que salieron de los departamentos de ciencias políticas o sociología de las universidades locales.

La intervención estadounidense en Indochina, por muy imprudente e indudablemente mal dirigida, pretendía precisamente salvar a la población de ingenieria social. Cuando las fuerzas de EEUU se retiraron, los ingenieros sociales ocuparon su lugar rápidamente... fue entonces cuando aparecieron las atroces crueldades.

En la actualidad hay una especie de escepticismo público hacia los intelectuales. Intentan predicar una tendencia entre la gente corriente; ponen en tela de juicio el derecho de los académicos, escritores y filósofos (por muy eminentes que estos sean), a decirnos como debemos comportarnos y dirigir nuestros asuntos.

Existe una creencia, cada vez más extendida, de que los intelectuales no son mejores mentores, o ejemplos más útiles que los brujos o sacerdotes de la Antigüedad. Comparto este escepticismo.

Una docena de personas elegidas al azar en la calle son capaces de ofrecer opiniones morales o políticas tan válidas como la de cualquier grupo de intelectuales.

Una de la principales lecciones que nos ha dejado el siglo pasado, que ha presenciado la muerte de millones de personas, sacrificadas en aras de mejorar la vida de toda la humanidad, es la siguiente: tened cuidado con los intelectuales... no sólo deberían mantenerse alejados de los puestos de decisión política sino vigilar su capacidad de influencia para ofrecer consejos colectivos.

No son gente individualista y poco conformista.

Siempre siguen un patrón regular de comportamiento... en su conjunto se suelen mostrar ultraconformistas desde los circulos que conforman, cuya aprobación buscan y valoran. Les permiten crear climas de opinión y ortodoxias preponderantes, que, a menudo, generan tendencias de acción irracionales y destructivas.

Pero ante todo creo que es importante que no olvidemos algo que los intelectuales han pasado por alto: la gente es más importante que los conceptos y sus derechos siempre, siempre deben prevalecer.

El peor despotismo que existe es la cruel tiranía de las ideas.

 

Fuentes:

"Intelectuales" Paul Johnson

Etiquetado en El poder de las Ideas

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
V
<br /> <br /> Te agradezco este articulo que nos habeis dejado por aqui porque son realmente interesantes y muy esclarecedoras.<br /> <br /> <br /> <br />
Responder