La proporción áurea, la armonía se puede expresar en cifras
Desde la antigüedad, muchos filósofos, artistas y matemáticos se han interesado por la sección áurea. Los escritores del renacimiento llamaron proporción divina.
Se le conoce también por número de oro, número Phi -en honor al escultor griego Fidias (Phidias)-, sección áurea...
Phi: 1,6180339887. El número que fue definido por Euclides hace más de dos mil años a raíz de su papel en la construcción del pentagrama. Un número mágico, enigmático, importante para nosotros en muchos sentidos.
Podemos verlo en infinidad de manifestaciones artísticas: en Pintura, Arquitectura y escultura a lo largo de la historia. Tenemos la proporción Áurea de los templos Griegos, en la piramide de Keops o en la Mona Lisa de Leonado da Vinci.
Un ejemplo de rectángulo áureo en el arte es el alzado del Partenón griego.
Ejemplos de rectángulos áureos los podemos encontrar en todo tipo de lugares, desde las tarjetas de crédito, en nuestro carnet de identidad, cajetillas de tabaco, en las cadenas de ADN o en la simetría atómica.
En la música la podemos encontrar en las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta sinfonía de Beethoven o en las obras de Schubert o Debussy, que muy probablemente la aplicaron de forma inconsciente, basándose en equilibrios de masas sonoras.
De hecho, cualquier melodía que no guarde esta proporción en sus notas, nos sonaría asonante, extraña. Hay que mencionar que la Proporción Áurea está estrechamente relacionada con la Sucesión de Fibonacci.
‘La proporción áurea’ de Mario Livio