Nacionalismo

Publicado en por Pepola

nacionalismo.jpgSobre todo en el siglo XX hemos visto que el nacionalismo viajó muy bien por el mundo, transtornando sistemas politicos en todas partes, uniendo y dividiendo pueblos y países... tras la ascensión de las identidades nacionales, la política y la cultura nunca serían iguales.

Estos nuevos principios forman parte de los cimientos del mundo moderno.


El nacionalismo despierta las pasiones.

 Satisface algo que, probablemente, esté entre los hondos anhelos humanos: el deseo de solidaridad y comunidad, el impulso de dividir entre "nosotros" y "ellos". Es muy probable que este deseo fuera vital para la supervivencia durante el largo período de aprendizaje de la histora humana, cuando la solidaridad en grupo significaba conseguir mas comida y mas protección.


El nacionalismo moderno es una convergencia entre esta solidaridad de grupo y la soberanía del Estado.

Contribuyó a transtornar el orden politico mundial. Confirió mas poder a los estados al ponerlo a su servicio. Funciona muy bien en casos en que las fronteras linguisticas y políticas son muy claras, como en el caso de Japón, o en estados cuyas fronteras pueden ajustarse para dar cabida a sentimientos nacionalistas, como ocurrió en Italia y Alemania entre 1859 y 1871... pero allí donde la población es demasiado diversa, el nacionalismo, por lo general, debilita el Estado.

Este fue el caso de los imperios Habsburgo y Otomano en el siglo XIX, donde la gran variedad cultural y étnica siguieron sus propios programas de liberación, lo que hizo que dichos imperios fueran cada vez mas dificiles de gobernar.

 

El nacionalismo, el sentido de la solidaridad entre personas que creen que forman una nación, facilita mucho el arte de gobernar. En este sentido cumple la función que, tiempo atrás, habían desempeñado las religiones -y hacían que los gobernados se resignaran a su suerte-.

Allí donde la población poseía atributos distintivos de nación (generalmente la lengua, la cultura o ancestros comunes), al estado le resultaba fácil presentarse como encarnación de ésta.

Los gobiernos precavidos utilizaban el servicio militar, la educación de masas -en espacial las lecciones de historia heroicas y nacionalistas o la literatura patriótica- para inculcar sentimientos nacionalistas.

El sentirse de un pais o una nación es un sentimiento humano muy poderoso, sobre todo cuando hay un "enemigo" contra el que luchar, sea este real o imaginario.

 

Fuentes:

"Las redes humanas. Una historia global del mundo" J.R. McNeill

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