Países Falsos
En el mundo hay más de 30 micropaíses o naciones no reconocidas que «venden» pasaportes, matrículas de coche o sellos, acuñan moneda e incluso licenciaturas universitarias y bonos de gobierno.
Los títulos de nobleza también están disponibles para el que tenga la cartera abierta.
Duques, Condes, Caballeros, por sólo cinco mil dólares. Una ganga, según el Reino de Landreth.
La República de Lomar, que reconoce no tener territorio alguno ni pretensiones de lograrlo, asegura que tiene trece mil habitantes, lo que la deja en el lugar 222 en una lista de 235 naciones del mundo.
También -al parecer conocedores de la mala fama de Sealand y otros mini-países- que su interés es la defensa de los derechos humanos y no constituirse en un santuario sin impuestos.
Lomar es una República que no tiene Presidente. Lo va a elegir cuando su población supere los 20 mil habitantes, algún día....
Algunos de estos países parecen haber sido establecidos en plan cachondeo, como el Reino de Elgaland y Vargaland (población 160), que posee «todo el territorio que existe entre las fronteras de otros estados limítrofes».
Ahora el pueblo recibe 100.000 visitantes al año, produce su propia moneda y hasta oficia matrimonios, según el periódico estadounidense The Wall Street Journal.
El caso más famoso, que seguramente todos recordareis, es el del Principado de Sealand.
La historia de este lugar no tiene desperdicio:

Es, como veis en la foto, una nación de metal de 140 metros de largo por 40 de ancho
Al terminar la guerra estas plataformas fueron abandonadas y fueron utilizadas por algunas personas para instalar emisoras de radio piratas.
El 2 de septiembre de 1967 Roy Bates llegó a la plataforma Roughs Tower, situada a menos de 2 kms de Inglaterra, y al comprobar se encontraba en aguas internacionales, desechó rápidamente el proyecto de la radio y se mudó con su mujer y su hijo y fundó el “Principado de Sealand”.
Creó un escudo y una bandera, una moneda (el dólar de Sealand equivalente al estadounidense), un idioma oficial (inglés) y un lema “E Mare Libertas”.
En 1982 Inglaterra aumenta los límites de su territorio marítimo por lo que Sealand quedaría, esta vez sí, dentro de aguas con jurisdicción británica.
En 1984 quedan exentos de pagar impuestos a Inglaterra.
A pesar de la corta vida de este peculiar país, han tenido incluso su propia guerra. En 1978 establecen negociaciones con la empresa de Alexander G. Achenbach y le dan pasaporte de Sealand, pero durante un viaje de Roy y su mujer, Achenbach toma Sealand con un grupo de empleados holandeses y se autoproclama Primer Ministro de Sealand ya que es ciudadano del país, tomando como rehén al hijo de Roy.
Roy reúne a un grupo de personas que se consideraban leales a Sealand y armados y en un helicóptero toman el país una noche de agosto, no se produce ninguna baja en ninguno de los bandos y Achenbach y sus hombres quedan como prisioneros de guerra.
A los pocos días Roy comunica la situación a los gobiernos de Holanda y Alemania y éstos se apresuran a exigir la liberación de sus conciudadanos. Roy libera únicamente a los holandeses ya que Achenbach es considerado ciudadano de Sealand.
Alemania envió un diplomático a negociar la liberación de Achenbach y finalmente es liberado, pero desde Alemania forma un nuevo gobierno de Sealand en el exilio y promete seguir dando de que hablar... increible, pero aún hay más.
Tras el asesinato de Gianni Versace, el famoso diseñador de moda, se descubrió que Andrew Cunanan, el asesino, había estado días antes en un barco cuyo propietario tenía pasaporte de Sealand.
Más tarde se demostró que dicho pasaporte era falso. La policía no pudo localizar a los falsificadores pero pronto se descubrieron más pasaportes falsos en las mafias del este.
Francisco Ruiz Trujillo se consideraba regente y embajador de Sealand en España y era también responsable de una serie de empresas que se estaban creando para construir toda una serie de infraestructuras en Sealand.
Web oficial de Sealand
Melquisedec dice contar con el apoyo de la República Centroafricana, un caso único de reconocimiento de un pais que existe a uno que no está reconocido en ninguna parte.
En el Dominio de Melquisedeck la ciudadanía se adquiere con una "donación" de diez mil dólares. O en su defecto se puede estudiar Filosofía en su universidad (la Universidad del Dominio de Melquisedeck) por sólo 6500 dólares.
Los pasaportes se venden por 10.000 dólares; las licencias para establecer un banco van por 50.000 dólares.
Montar un negocio de seguros es el más económico. El permiso sólo cuesta 1.000 dólares. No debe soprender que el país se ha apuntado en la lista de los mejores «Refugios de Impuestos del Mundo».
David Korem, fundador del Dominio de Melquisedec, es sospechoso de múltiples fraudes en Estados Unidos y autoridades de ese país lo investigan de manera permanente, aunque todavía no le han podido comprobar nada.
Varios bancos y sociedades de seguros establecidos allí han sido implicados en casos de fraude, y el departamento de Justicia de Estados Unidos lleva años intentando encontrar pruebas contra Korem. Pero por el momento no pueden hacer nada contra él. Salvo, quizás, declararle la guerra.
La amenaza de que congelarán las cuentas bancarias de sus dirigentes es latente. Para sus representantes esto es "un intento de bloqueo económico contra su actividad comercial".
Sin embargo, cualquier método de lucha contra las micronaciones, o contra los delitos que se cometen en nombre de estos singulares países, parece estar derrotado de antemano.
Legalmente no han perdido un sólo juicio en tribunales internacionales.