La historia negra de la isla de Cabrera

Hay una historia negra española en torno a la guerra de la Independecia que no es muy conocida, y es el destino de los derrotados franceses que tuvieron en la isla de Cabrera, en la costa sur de Mallorca.
Es uno de los sucesos más desgraciados de la Historia de España.
El 19 de julio de 1808, tras la victoria en la trascendental de la batalla de Bailén, el ejército del general Castaños hizo prisioneros a varias decenas de miles de soldados napoleónicos. Los franceses fueron concentrados en Sanlúcar durante varios días, bajo el compromiso de ser repatriados a Francia, hasta que el Gobernador de Cádiz decidió no respetar el acuerdo y embarcarlos en ocho navíos con destino a Canarias y Baleares.
Pocos días después, unos 9.000 prisioneros franceses fueron abandonados a su suerte en la pequeña isla de Cabrera. El propio islote, de apenas 16 km2, constituía una cárcel de la que no había manera de escapar; un páramo desierto sin agua ni comida para tantas personas.
Un dato curioso de este cautiverio es que se puede decir que fue el primer campo de concentración de la historia (el primero campo de concentración "formal" se dió en Sudáfrica durante la guerra anglo-bóer, pero esa es otra historia).
El viaje resultó penoso por el hacinamiento prolongado y las tempestades; la disentería se extiende a bordo. Finalmente, el posible intercambio con presos españoles en Francia no se cumple, y los prisioneros son «liberados» en la Isla de Cabrera. La población en esta isla llegó a ser de 14.000 personas.
El suministro de víveres llegaba desde Mallorca cada cuatro días, repartiendo la mínima comida para sobrevivir hasta el siguiente abastecimiento. El problema se dio cuando, debido a las tempestades en el canal que une la isla mallorquina y la de Cabrera; el envío se retrasó, haciendo un total de ocho los días sin enviar nada a la isla, dando lugar a un fallido intento de hacerse con el barco por parte de los franceses, que enfadó muchísimo a los suministradores, por lo que no quisieron volver. Pasaron dos meses.
En este tiempo se dieron situaciones de autentica penuria, muchas muertes por inanición. La gente no tenía que comer. en muchas ocasiones para darle algo de sabor a los caldos que hacían metían sus propias ropas, también ingerían plantas que en muchas ocasiones resultaban venenosas, acarreando distintas enfermedades.
Los casos de canibalismo fueron castigados con pena de muerte.
Ingerían sus propias heces cuando las hacían. Cuando llegaba un oficial a la isla con nauseas del viaje, cuando este vomitaba muchos presos ya en situaciones moribundas lo ingerían.
El cautiverio terminó 1814 al firmarse la paz. Se aproximaque de cada cuatro presos que llegaron a Cabrera murieron tres, sólo sobrevivieron unas 3600 personas en ese período de 5 años de cautiverio.
La isla quedó sembrada de huesos y de inscripciones de los prisioneros en las rocas, testigos mudos de aquel horror.
Tiempo después, se levantó un obelisco de unos siete metros de altura en cuyo interior una cripta contiene a modo de muestra, despojos y huesos.
Fuente: Los franceses en Cabrera de Pellisier et Phelipeau.